No apagues al Espíritu.
¿Sabes que los dones que has recibido de Dios tienen cada uno de ellos un fuego asociado?
Esto es lo que le dice el Apóstol Pablo al joven Timoteo: "Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos"
2 Timoteo 1:6
Fíjate que Pablo no le está diciendo que use más su don, o que se esfuerce más. Lo que le está aconsejando es que "avive el fuego del don de Dios"
Dios te ha dado una serie de dones: son los dones del Espíritu, y cada uno de ellos tiene una misión y un propósito determinado de bendecir a los demás
(1 Pedro 4:10)
Todos ellos tienen un fuego por ver el Reino de Dios extendido, personas transformadas, vida sanadas..., ¡es tan precioso!
Quizá te preguntes:
¿Y qué puedo hacer para avivar el fuego de estos dones?
Mira lo que dice el versículo de a continuación: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7.
Piensa:
-En el poder de Dios para transformar vidas a través de ti
-En tu capacidad de activarte en el uso de tus dones
-En los testimonios que ya has experimentado en el pasado con el uso de tus dones... y deja que todo eso te lleve a apreciar de nuevo cada uno de esos dones, y a soñar con usarlos para la Gloria de Dios.
Cuando avivas los dones de Dios en tu vida,
¡Empiezas a caminar en avivamiento!